La División Interamericana dice “gracias” 10000 veces gracias, alos innumerables miembros de la iglesia en Norteamérica y otras partesdel mundo, que durante los años, y todavía hoy están contribuyendo aayudar a sus colegas hermanos en Centroamérica a terminar la obra.
Desde su organización en 1922 Interamérica ha gozado de labendición de su proximidad con Norte América y se ha beneficiado porrecibir, a través de los canales regulares de la Conferencia General ypor donaciones directas, millones de dólares que han fortalecido sutrabajo. Estamos endeudados en cuanto a los miles de obreros ultramarque han dado tanto para construir la iglesia en Interamerica.
Aunque numéricamente fuerte, la División Interaméricana aúnenfrenta enormes retos. A pesar de nuestras propias necesidades,estamos siguiendo el valioso ejemplo de los miembros en Norte Américaen cuanto a ayudar a otros. La División Interamericana ha pasado de seruna división netamente receptora a una que da netamente. Contribucionesde Interamérica al mundo exceden las que recibimos. Estamos apasionadosen cuanto a alcanzar a la gente de la ventana 10/40, y deseamos ver laiglesia desarrollarse en ésas áreas como lo ha hecho en Interamérica.
Aún enfrentamos grandes retos, con miles de congregaciones que notienen un lugar propio para alabar, lugares donde un pastor ministra amillares de miembros dispersos en una vasta área. Todavía existenlugares donde un pastor debe caminar días a efectos de poder llegar auna de sus muchas congregaciones.
Un sinnúmero de niños adventistas no tienen una escuela en la cualrecibir educación cristiana. O quizás tienen la escuela pero no losmedios para atenderla. Muchos miembros en Interamérica han aprendido aservir a su iglesia con sacrificio, y están dando más allá de susposibilidades, siguiendo el buen ejemplo de sus hermanos y hermanas enNorte América.
Desde su organización en 1922 Interamérica ha gozado de labendición de su proximidad con Norte América y se ha beneficiado porrecibir, a través de los canales regulares de la Conferencia General ypor donaciones directas, millones de dólares que han fortalecido sutrabajo. Estamos endeudados en cuanto a los miles de obreros ultramarque han dado tanto para construir la iglesia en Interamerica.
Aunque numéricamente fuerte, la División Interaméricana aúnenfrenta enormes retos. A pesar de nuestras propias necesidades,estamos siguiendo el valioso ejemplo de los miembros en Norte Américaen cuanto a ayudar a otros. La División Interamericana ha pasado de seruna división netamente receptora a una que da netamente. Contribucionesde Interamérica al mundo exceden las que recibimos. Estamos apasionadosen cuanto a alcanzar a la gente de la ventana 10/40, y deseamos ver laiglesia desarrollarse en ésas áreas como lo ha hecho en Interamérica.
Aún enfrentamos grandes retos, con miles de congregaciones que notienen un lugar propio para alabar, lugares donde un pastor ministra amillares de miembros dispersos en una vasta área. Todavía existenlugares donde un pastor debe caminar días a efectos de poder llegar auna de sus muchas congregaciones.
Un sinnúmero de niños adventistas no tienen una escuela en la cualrecibir educación cristiana. O quizás tienen la escuela pero no losmedios para atenderla. Muchos miembros en Interamérica han aprendido aservir a su iglesia con sacrificio, y están dando más allá de susposibilidades, siguiendo el buen ejemplo de sus hermanos y hermanas enNorte América.